Agapornis Roseicollis

Si buscas un pájaro para cuidar no puedes dejar de conocer al Agapornis roseicollis, también conocida como agapornis de Namibia, por ser procedente de ese país, siendo considerada una de las especies más querida dentro del género de las agapornis, si quieres conocer todo lo que concierne a ésta ave no dejes de ver la más completa información que traemos para ti.

Agapornis roseicollis

Índice de contenidos

Taxonomía del Agapornis Roseicollis

Reino Animalia
Filo Chordata
Clase Aves 🐦
Orden Psittaciformes
Familia Psittaculidae
Subfamilia Agapornithinae 🐦
Género Agapornis
Nombres que recibe Agapornis Roseicollis, inseparable, inseparable de Namibia, pájaro del amor y lorito del amor
Nombre en inglés Lovebird ❤
Peso 28 a 60 g ⚖
Tamaño 13 a 16 cm
Origen África 🌎
Esperanza de vida 10 a 20 años 💓

¿Cómo se originó ésta especie?

Es conocida como el pájaro del amor, de hecho muchas personas suelen llamarle así gracias a la estrecha relación que suelen establecer con su dueño siendo hasta inseparables. Ésta ave es nativa del Sur de África cercana al desierto de Namibia y todavía no se tiene esclarecido su surgimiento.

Se encuentra adaptada a vivir en áreas cálidas por lo que deben tomarse ciertas previsiones en cuanto a su aclimatación cuando se llevan a residir en otros países de climas más fríos para que pueda sobrevivir sin mayor problema.

¿Cómo es ésta ave?

El Agapornis roseicollis es una ave que mide unos 15 centímetros y puede llegar a pesar como máximo unos 50 gramos, lo que la hace bastante liviana y fácil de trasladar cuando la portas en tu dedo.

En su mayoría posee un plumaje verde, desde su cara hasta su pecho tiene una tonalidad rosa salmón, las plumas finales de su cola son de un color azul, mientras que la cabeza de la hembra es más grande que la del macho y su plumaje suele ser más opaco, de igual forma puede ser en ocasiones un tanto difícil de diferenciarlos.

Su pico es un poco más voluminoso que el resto de su cuerpo siendo de color negro y no presenta plumaje en las patas. A pesar de que es un ave pequeña tiene unas alas fuertes por lo que le encanta volar y estirarlas tanto dentro como fuera de la jaula.

Ésta ave es un compañero muy animado y de carácter tranquilo que disfruta del tiempo que está con su dueño, una vez lo hayas entrenado no querrá separarse de ti. Puedes compartir la jaula con otras especies sin tener ningún problema y es una de las especies que más se deja tocar.

¿Cómo cuidar de ésta ave?

El Agapornis roseicollis es una ave que está adaptado a estar en espacios cálidos, a pesar de que los expertos cuidadores aseguran que puede acostumbrarse a cualquier ambiente, al momento de llevarlo a casa, su jaula debe estar aclimatada a una temperatura oscilante de 20 a 25 °C para vivir sin problema alguno.

En el interior de la jaula también debe disponer de un nido o una caseta que le brinde refugio en los meses de invierno sobre todo cuando las temperaturas descienden a menos de 5 °C.

La jaula debe estar situada en una zona de la casa por donde pase el sol para darle calor, no obstante eso no significa que deba permanecer todo el directamente bajo el sol, al día puede estar como máximo 2 horas principalmente en los meses de verano, del resto en un área calurosa.

En cuanto a la alimentación de la Agapornis roseicollis está debe ser basada esencialmente por semillas y pipas, combinados a la vez con otros alimentos que incluyan vitaminas como calcio dentro de su dieta diaria, mediante cereales y frutas para fortalecer y ayudar a que el ave tenga un mejor desarrollo y crezcan sanos.

Ésta especie aprecia mucho la compañía de su cuidador por lo que si en algún momento te toca ausentarte por unos días, lo más recomendable es que le incorpores un nuevo agapornis para evitar que se sienta solo y pueda desanimarse.

Para entrenar a tu ave lo primero que de debes hacer es ganarte su confianza, esto para poder sacarlo sin correr el riesgo de que se escape, sin embargo ten en cuenta que de igual forma tienes que tomar tus previsiones cerrando puertas y ventanas para así dejarlo explorar por la habitación, posteriormente a medida que se adapte podrá ir recorriendo todo el interior de la casa, para hacerlo regresar a su jaula colócale un poco de su alimento favorito y espera a que tenga hambre, bajo ninguna circunstancia intentes tomarlo a la fuerza para hacerlo volver, ya que puedes perder lo que hayas avanzado en su entrenamiento.

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